Planes de Pensiones y de Previsión

Sobre los Planes de Pensiones:

• No son seguros
• Un plan de pensiones es un contrato colectivo de adhesión de ahorro-previsión social, en el que se efectúan aportaciones, que se invierten en activos financieros, con el fin de ir constituyendo un ahorro (derechos consolidados) principalmente para la jubilación.
• Estas aportaciones se integran obligatoriamente en un fondo de pensiones, administrado por una entidad gestora con el concurso de una entidad depositaria.
• Por lo tanto, lo que obtendrás serán participaciones en este fondo. El capital ahorrado (derechos consolidados) será igual al valor de estas participaciones que, al mismo tiempo, vienen determinadas por el valor de los activos financieros que integran el fondo.
• Es decir, no se puede garantizar ninguna rentabilidad y el valor puede fluctuar en positivo y negativo en función de la evolución del mercados financieros.

Sobre los Planes de Previsión Asegurados (PPA):

• Son planes que se estructuran sobre la fórmula del seguro y las condiciones de los planes de pensiones.
• Es decir: garantizan un tipo de interés
• Por lo tanto tu ahorro no sufrirá las variaciones propias de los mercados financieros.
• Excepto esta característica, el resto es igual que los planes de pensiones.
• La fiscalidad es común y el límite de aportación y deducción también.

La fiscalidad de los Planes de Pensiones es la misma que la de los PPA:

• Las cantidades aportadas reducen la base imponible del IRPF.
• El límite máximo de aportación es la menor de las cantidades siguientes:
  • El 30 por 100 de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.
  • 1.500 euros anuales.
• Para personas discapacitadas (física 65%/psíquica 33%) será de 24.250 euros. Sus familiares hasta de segundo grado, pueden aportar hasta 10.000 euros a su favor, independientemente de las aportaciones que realicen a su propio plan.
• También se puede aportar al cónyuge hasta 1.000 euros si éste no obtiene rentas superiores a 8.000 euros.
• Cuando se reciben las prestaciones, ya sea en capital o renta, y por cualquier de los supuestos establecidos por la Ley,  se debe de tributar como rendimiento del trabajo.